El poder del interés compuesto

El mundo financiero puede parecer a menudo complejo e intimidatorio. Sin embargo, hay ciertos principios que cualquiera puede comprender y utilizar para tomar decisiones informadas sobre su dinero. Uno de ellos es el interés compuesto. Al comprender el funcionamiento del interés compuesto, las personas pueden tomar decisiones financieras más inteligentes y asegurarse un futuro más próspero.
¿Qué es el interés compuesto?
El interés compuesto se refiere al proceso por el que los intereses devengados por una inversión o préstamo se suman a la suma original, pasando así a formar parte del dinero que devenga intereses en el periodo siguiente. Este proceso puede continuar durante muchos años y dar lugar a un crecimiento exponencial. Es la razón por la que pequeños, pero regulares, ahorros o inversiones pueden convertirse en sumas sustanciales con el tiempo.
¿Cómo funciona el interés compuesto?
El principio del interés compuesto es sencillo. Si invierte o ahorra una determinada cantidad de dinero y gana intereses por ese dinero, los intereses se suman a la suma original. En el periodo siguiente, usted gana intereses tanto por la suma original como por los intereses que se han añadido.
Esto puede no parecer mucho si se considera en un solo periodo, pero si se compone a lo largo de muchos años, el crecimiento es muy significativo. Consideremos una inversión inicial de 1.000 $ con un tipo de interés anual del 5%. Con un interés simple, la inversión ganaría 50 $ en un año. Pero con el interés compuesto, la inversión ganaría 50 $ el primer año y 52,50 $ el segundo, porque el interés del segundo año se calcula a partir de la inversión original más el interés del primer año (1.000 $ 50 = 1.050 $). En 10 años, con el interés compuesto, el valor de la inversión original crecería hasta 1.628,89 $, mientras que con el interés simple sólo sería de 1.500 $.
El poder del interés compuesto
La ventaja decisiva del interés compuesto reside en su potencial de crecimiento exponencial. En lugar de crecer en línea recta, como ocurre con el interés simple, el interés compuesto permite que su inversión o sus ahorros crezcan a un ritmo cada vez mayor. Es como hacer rodar una bola de nieve colina abajo.